martes, 15 de marzo de 2011

Breve historia de la cruz de san benito

En la vida de San Benito escrita por el Papa San Gregorio Magno, el santo abad muestra una devoción especial hacia la cruz de Nuestro Señor Jesucristo, signo de nuestra salvación. En uno de los milagros narrados por su biógrafo, un vaso que contenía veneno se quiebra cuando San Benito hace la señal de la cruz sobre él. En otra oportunidad, uno de sus discípulos fue perturbado por el maligno, y el santo le manda hacer la señal de la cruz sobre su corazón para verse librado. En su Regla de monjes , San Benito indica que cuando un monje iletrado presenta su carta de profesión monástica ante el altar debe usar como firma una cruz. Estos y otros indicios invitaban a los discípulos del abad San Benito a considerar la cruz como una señal bienhechora que simboliza la pasión salvadora de Cristo, por la cual fue vencido el poder del mal y de la muerte.
   Las investigaciones históricas sobre el origen de la cruz-medalla de San Benito han determinado que su difusión comenzó probablemente en la región de Baviera hacia el año 1647. En esa región, durante el proceso judicial seguido a unas hechiceras, éstas declararon que no habían podido dañar a la cercana Abadía de Metten, porque estaba protegida por el signo de la cruz. En dicho monasterio se hallaron pinturas con representaciones de la cruz junto a las iniciales que acompañan a la medalla. Pero las misteriosas letras no pudieron ser interpretadas hasta que en un manuscrito de la biblioteca se encontró la imagen de San Benito y la oración compuesta por las iniciales. En realidad, un manuscrito del siglo XIV procedente de Austria, que aún se conserva, parece haber sido el origen de la imagen y de la oración. En el siglo XVII un importante autor la tuvo por supersticiosa, debido precisamente a los caracteres que acompañan a la imagen. Pero, en el año 1742 el Papa Benedicto XIV decidió aprobar el uso de la cruz-medalla de San Benito, y mandó que la oración usada para bendecirla se incorporase al Ritual Romano.
   En el siglo XIX se dio un renovado fervor por la medalla de San Benito. En los trabajos escritos de Dom Prosper Guéranger, abad de Solesmes, y de Dom Zelli Iacobuzzi, de la Abadía de San Pablo Extramuros (Roma), se estudia detenidamente el origen y la historia de la medalla. Desde este último monasterio, verdadero foco de irradiación benedictina en aquella época, se difundió también la devoción a la medalla. La representación más popular de la misma el la llamada medalla del jubileo, diseñada en la Abadía de Beuron (Alemania), y acuñada especialmente para el Jubileo benedictino del año 1880, conmemoración del XIV centenario del nacimiento de San Benito. Los superiores benedictinos de todo el mundo se reunieron para aquella ocasión en la Abadía de Montecassino, y desde allí la medalla se diseminó por todo el mundo. 


2 comentarios:

  1. Gracias amigo, pues tenía esta medalla amuleto en casa sin comptrender nada y ahora ya está todo claro. LJFdez, Orleans (Francia)

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  2. Me encontre la misma medalla hace un rato y me puse a buscarla

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